Juan Carlos, al proporcionar alojamiento en el pueblo, garantiza que los trabajadores estén cerca del lugar de trabajo. Además, facilita el transporte diario al campo de olivos, lo que no solo es un beneficio para los trabajadores, sino que también garantiza que estén en el lugar a las horas previstas, optimizando así la eficiencia de la cosecha.
Juan Carlos proporciona las herramientas de trabajo necesarias para llevar a cabo las tareas de recolección. La gestión de los recursos humanos, sobre todo de un equipo multicultural y lingüísticamente diverso, requiere competencias específicas. La comunicación y la asignación clara de tareas son cruciales. La presencia de trabajadores que actúan como intermediarios lingüísticos facilita el proceso, garantizando que todos los miembros del equipo entienden las instrucciones y expectativas.
La temporada de recolección de la aceituna es intensa y requiere una cuidadosa planificación para maximizar la eficiencia en un periodo de tiempo relativamente corto. La experiencia y habilidad de los trabajadores emigrantes, acostumbrados a un trabajo constante y trabajo físico exigente en diversas estaciones y cultivos, es inestimable. Juan Carlos trabaja codo con codo con ellos, lo que no sólo levanta la moral, sino que permite supervisar eficazmente el ritmo y la calidad del trabajo realizado.
Incluyen salarios, alojamiento, transporte y herramientas/equipos. Aunque estos costes son una inversión necesaria para garantizar el éxito de la cosecha, también deben gestionarse y equilibrarse cuidadosamente para garantizar la viabilidad económica de la operación. En años de poca cosecha, cuando la movilización de todo el equipo puede no ser prudente desde el punto de vista económico, la gestión de los costes se convierte en un reto.